Consejos de nuestros Arquitectos
Hola a todos. Bienvenidos a este mes de agosto en el que tendremos un especial de estilos de diseño. Cada semana analizaremos uno en especial y te daremos las claves, pautas y guías para que lo puedas trasladar a tus espacios.
Esta semana hablaremos del estilo rústico, ese que encanta y atrae a muchos pero que no todos saben cómo implementarlo. Este tiene como particularidad el uso de materiales con un acabado lo más cercano posible a su estado original o con un mínimo de intervenciones, que permitan siempre destacar su naturaleza.
Gracias a este tratamiento, logran transmitir una sensación de calidez, cercanía y amabilidad. La gran mayoría de las personas reportan una sensación de confort y bienestar cuando los habitan. Es por ello que este estilo es muy recomendable para grupos familiares de varios miembros, pues permite balancear diversas preferencias estéticas y gustos, logrando grandes resultados que satisfacen a todos.
Otra de sus grandes ventajas es que acepta de muy buena manera, aquellos muebles y objetos antiguos, heredados o encontrados, dándoles una oportunidad para lucir las huellas que el paso del tiempo ha dejado en ellos y contar una historia con su presencia.
Sin importar si la construcción es nueva o antigua, este estilo se puede implementar. Lo importante, como siempre, es entender el espacio para sacar su mejor provecho por medio de los distintos materiales, muebles y objetos que dispongamos para él.
A continuación te presentamos seis diferentes ejemplos de espacios con estilo rústico, para que puedas apreciar las características que describimos anteriormente, su flexibilidad para usarlo y la facilidad para lograr un buen resultado.
Habitación en Portugal:
Este espacio nos muestra una linda exposición de diferentes materiales naturales, que fueron trabajados en diferentes técnicas y niveles de intervención. A primera vista, el espacio agrada e invita a contemplarlo y visitarlo.
Los tonos neutros refuerzan la sensación de confort y calidez al tiempo que permiten exhibir las texturas de cada elemento. El muro blanco del fondo, presenta una terminación sencilla que hace las veces de fondo para destacar los platos decorativos tejidos a mano, la lámpara colgante y el apoyacabezas fabricado en paño gris y cuero café.
El piso en madera maciza, se recubre con una alfombra de fibras naturales que demarca el área para la silla y la mesa, ambas en bambú. El techo con su madera color chocolate, fue trabajado por artesanos locales al igual que las puertas de los armarios en las que se usó fibra de arroz. La cama y las mesas de noche también son en madera con acabado natural; la primera en forma rolliza y la segunda en tablón.
Este ejemplo es perfecto para evidenciar cómo varios materiales de origen diverso, pueden dialogar y crear un conjunto armonioso, en donde las cualidades más características de cada uno se lucen por completo de una manera delicada y sin competir por la atención.
Baño en Mallorca, España:
Este baño busca suscitar una experiencia en quien lo use. La primera impresión es la visual, en la que gracias a la armoniosa mezcla de materiales nobles, francos y modernos como la madera, el concreto y la cerámica azul con patrón geométrico, se capta la atención instantáneamente.
Posteriormente se procede a cautivar el sentido del tacto por medio de las piedras que conforman el piso. Su dimensiones y formas irregulares generan un patrón sutil capaz de proporcionar un suave masaje en los pies. El mesón en concreto pulido, se mantiene a una temperatura fresca, agradable al tacto.
La madera equilibra muy bien la composición de materiales. La proporción en la que se usa es la justa para dar un toque de calidez tanto por su color, como por su aspecto natural y artesanal en el caso del toallero vertical.
Los muros por su parte, se mantienen en un tono blanco mate. El juego de profundidades que se crea con ellos enriquece el espacio al producir juegos de sombras y espacios de almacenaje.
Este ejemplo nos demuestra cómo un espacio rústico saca el mayor provecho de las propiedades de los materiales, para generar toda una experiencia sensorial en los usuarios.
Cocina Hacienda Tamchén en Mérida, México:
Esta cocina se encuentra dentro de una Hacienda restaurada del siglo XVII. Cómo puedes ver en la imagen, la arquitectura juega un papel protagonista y su historia busca contarse y resaltarse por medio del diseño.
De esta manera las paredes son un lienzo que lleva escrito el paso del tiempo. Cuentan de qué están hechas por medio de las múltiples capas que las recubren. Manchas, desgastes e imperfecciones se mantienen, respetando así el resultado de la interacción de la construcción con el medio ambiente y con los moradores.
Para actualizarla a su nuevo uso, se incorporan nuevos materiales con sumo cuidado para no alterar esa atmósfera idílica que caracteriza a la Hacienda. El concreto pulido del piso con un ligero brillo, sienta las bases para recibir el mobiliario y contrasta ligeramente con el mate de los muros.
Los muebles están fabricados en mampostería con una terminación en pintura pulida que destaca los volúmenes del resto del espacio. La presencia de la madera permite destacar la isla de los demás muebles y su aspecto artesanal le aporta calidez al espacio.
La luz tamizada que ingresa en la medida precisa a través de la puerta, la ventana y la lucarna, enfatiza las texturas y matices de los materiales que se compaginan como un todo muy armónico.
Este ejemplo nos demuestra cómo una construcción imponente y antigua, puede mantenerse vigente y seguir contando su historia al tiempo que se actualiza para cumplir con las demandas de la época actual.
Comedor en la Hacienda The Range en New South Wales, Australia:
Este hogar para una familia de seis, fue concebido, diseñado y construido teniendo como premisa, la aplicación de conceptos y principios ecológicos y contemplando el reciclaje como punto de partida.
Las baldosas de arcilla de color terracota que conforman el piso, cuentan con más de trescientos años de antigüedad. Parte de la madera de la carpintería proviene de la demolición de la casa preexistente en el lugar y otros elementos como las alfombras son de origen local y de fabricación manual.
La paleta de colores enfocada hacia los tonos tierra, parte de la base generada por el piso y busca respetar los tonos naturales de los diferentes materiales y mimetizarse con el lugar, haciendo que la transición entre el exterior y el interior se dé de manera fluida y espontánea.
En cuanto a la mesa del comedor, ésta se compone de una pieza de madera, que aún conserva los bordes del tronco original y que se apoya sobre una sencilla estructura metálica. Las sillas son el modelo Jeanneret, cuyo diseño fue rescatado por Tigmi Trading quien lo fabrica en India, bajo un esquema ético que busca no sólo respetar la inspiración original, sino además apoyar a los artesanos locales y cuidar el medio ambiente mediante la provisión controlada y sustentable de la madera que usan como materia prima.
Este espacio tranquilo y agradable posee un diseño que hace una oda a los principios de sus moradores para los que el cuidado del planeta es prioritario en cada acción que emprenden. Es un ejemplo perfecto sobre cómo el buen diseño es capaz de transformar no sólo los espacios, sino también las vidas de aquellos a los que se cruza en su camino y la importancia de tener siempre presente su afectación para lograr, no sólo resultados estética y económicamente adecuados sino, ética y medioambientalmente correctos.
Sala de estar en Barcelona, España:
Esta antigua casa de 1830, fue restaurada por la diseñadora para convertirse en su propia vivienda. Cómo se aprecia en la foto, se buscó preservar al máximo la personalidad de la edificación mediante la conservación de la mayor cantidad de elementos originales posibles. Ejemplo de ellos son las vigas de la cubierta, a las que se les dio un tono blanco para generar una mayor sensación de altura y potenciar la iluminación.
La carpintería de las puertas de color miel, también es original de la casa. Con base en este color se eligieron los demás del conjunto. El mobiliario compuesto por la mesa de madera, las sillas en bambú, los sofás en telas crudas y la alfombra en yute crean un ambiente acogedor.
El piso en baldosas de arcilla fue fabricado de manera artesanal y se buscó pensando en que que fuera lo más parecido al suelo original. Su tono rojizo crea instantáneamente una base cálida sobre la cual se destacan los muros blancos y el mobiliario.
Un ambiente rústico no es sinónimo de antigüedad. Fíjate en cómo la chimenea y la lámpara en el muro, ambas de aspecto moderno, combinan muy bien con el resto de elementos y con la arquitectura. Lo importante es seleccionar referencias que respeten el ambiente y que trabajen de la mano sin llamar la atención de manera desmedida.
Este ejemplo nos demuestra cómo se puede restaurar un inmueble, respetando su esencia y arquitectura y cumpliendo con todos los requerimientos del mundo moderno.
Zona de trabajo en España:
Este es otro ejemplo de una vivienda restaurada, en la que se buscó actualizarla respetando también el carácter rústico de la casa.
El muro en piedra es el gran protagonista, captando la atención a primera vista. Sobre él, se disponen dos estantes en madera con acabado natural, para recibir los libros que no ocupan más de un tercio del área para no cubrirlo demasiado.
La superficie del escritorio está construida en la misma madera que los estantes pero con un espesor un poco mayor y flota visualmente para no competir por la atención. Las sillas en color miel buscan mimetizarse con el entorno mientras que la poltrona se destaca como un volumen fuerte gracias a su forma y al patrón a cuadros de la tela que la cubre. La mesa auxiliar anexa con su tono blanco se funde con la poltrona y de no ser por las flores sobre ella, casi podría pasar desapercibida.
El toque de color lo dan la alfombra tejida a mano, las letras decorativas, la lámpara y los demás objetos sobre las estanterías, aportando también un tanto de alegría que le viene muy bien al espacio.
Este ejemplo nos demuestra que el estilo rústico también acepta de muy buena manera mobiliario y objetos de otros estilos y colores fuertes y vibrantes.
Como vimos en estos seis ejemplos, el estilo rústico es muy flexible y no se cierra a las mezclas, juegos y combinaciones, por lo que funciona muy bien en cualquier parte del mundo.
También es muy conveniente a la hora de restaurar estructuras antiguas, ya que permite lucir las huellas del paso del tiempo, los materiales locales y adaptarse a la época actual.
Esperamos que esta información te sirva de inspiración y te anime a explorar este estilo. Nos vemos el próximo martes.
Con cariño,
El Equipo Sentido Interior Arquitectos